04 julio, 2011

#3. Odio los fuegos artificiales

Desde que yo tengo memoria, no hay celebración o fiestas que no terminen con una "espectacular" batería de fuegos artificiales. El guión suele ser el siguiente: fuegos simples centrados en el sonido; otros más lentos, grandes y coloridos; y una batería final en la que el pirotécnico da rienda suelta a toda su imaginación y mezcla unos con otros.

Partamos de la base de que respeto mucho a los pirotécnicos porque me parece un trabajo complejo y peligroso pero, hablando desde la óptica del espectador, los fuegos artificiales no han evolucionado en los últimos... 30 años??

Y este es un tema complicado porque hace 30 años, la sociedad estaba mucho menos acostumbrada a los grandes estímulos que tenemos en la actualidad en forma de 3d, de videoconsolas con las que interactuar... en definitiva, de una tecnología mucho más avanzada. En cambio, si coges una imagen de tus fiestas patronales del 85 y de las de este año verás que se diferencian en que una está revelada y la otra la ves directamente en el ordenador.

Francamente desconozco el precio de estos espectáculos pero me resulta sorprendente que se sigan oyendo los "ooooooohhhsss" cuando uno de ellos explota y cae lentamente, generalmente al lado del río de la ciudad. Supongo que sea algo de lo que no se puede prescindir cuando se elaboran los presupuestos para las ferias por el tema de la tradición o de que hay mucho público nuevo, pero debería verse cierto tipo de innovación.

Y quizás lo más sorprendente del asunto es que se sigue usando sean las fiestas del pueblo más pequeño de España o en la celebración de títulos del mejor equipo del mundo, que no falten los fuegos! La diferencia estará en si van acompasados de música, de la salida de jugadores o de un silencio sepulcral sólo roto por las expresiones de asombro de los más pequeños.

Supongo que a esta carencia de innovación, a este repetir continuo durante años (a nivel visual, supongo que las mezclas, la manera de tirarlos, etc etc si que haya evolucionado) también influya la dichosa crisis. Es decir, a lo mejor hay cosas más vistosas, más originales, pero no podemos verlas porque los ayuntamientos están caninos y se tiran al producto base actual, que sería el bombazo del 82.

Un saludo

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